La iniciativa busca reemplazar 150.000 luminarias fluorescentes por iluminación LED en el sistema de metro de Nueva York.
La Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA) anunció un plan estratégico para actualizar significativamente el sistema de iluminación en las estaciones del metro de la ciudad de Nueva York. Este proyecto, parte integral del programa Re-NEW-Vation de la MTA, tiene como objetivo reemplazar luminarias fluorescentes por iluminación LED de alta eficiencia para mediados de 2026.
Con un costo estimado de US$21 millones, esta iniciativa tiene como meta mejorar la seguridad, la visibilidad y la experiencia del cliente en las 472 estaciones del metro. Desde el inicio del proyecto en enero de 2024, se ha avanzado considerablemente, con la instalación exitosa de las nuevas luces en las estaciones Bergen St., Carroll St. y Lafayette Av.
Según Richard Davey, presidente de Transporte Público de la ciudad de Nueva York, «no solo estamos haciendo que nuestras estaciones sean más brillantes y seguras, sino también reduciendo nuestros costos y emisiones». Esta declaración subraya la importancia de esta iniciativa no sólo en términos de seguridad, sino también en términos de sostenibilidad ambiental y eficiencia operativa.
Shanifah Rieara, directora de Atención al Cliente de la MTA, enfatizó la importancia de la seguridad para los pasajeros al afirmar que «los pasajeros deben tener la seguridad de que cada estación de metro tendrá esta renovación luminosa».
Mientras que Demetrius Crichlow, vicepresidente senior de Metro de New York City Transit, señaló que «este proyecto hará que nuestro sistema sea aún más seguro para los clientes y más sostenible», destacando los beneficios a largo plazo de esta modernización en términos de seguridad y sostenibilidad.
En 2023, se completaron mejoras en 53 estaciones como parte del programa Re-NEW-Vation, y la MTA también ha implementado medidas adicionales para mejorar la seguridad del metro, como la instalación de cámaras de vigilancia y el aumento de la presencia policial.
Esta conversión presenta un paso importante para modernizar el metro de Nueva York, mejorar la seguridad y la experiencia del cliente, y contribuir a la sostenibilidad ambiental.