Una propuesta que pretende revolucionar Nueva York y que imagina el rascacielos más largo del mundo, redefiniendo el horizonte de la ciudad con una estructura que prioriza la longitud sobre la altura y utiliza tecnología avanzada de ascensores.

Nueva York, reconocida mundialmente por su distintivo perfil urbano, se prepara para recibir una propuesta arquitectónica sin precedentes. El estudio de arquitectura oiio, liderado por el arquitecto Ioannis Oikonomou, presentó «The Big Bend», una propuesta que redefine la concepción tradicional de los rascacielos, planteando una estructura que prioriza la longitud sobre la altura.

La ciudad de Nueva York, aunque no posee la mayor cantidad de rascacielos ni el más alto del mundo, continúa siendo un símbolo global de arquitectura vertical. Desde la construcción del Home Insurance Building en Chicago en 1885, la tendencia de los rascacielos ha evolucionado significativamente. En 2014, One57 de Christian de Portzamparc marcó el inicio de una nueva era de edificios residenciales superaltos en el centro de Manhattan, seguido por el 432 Park Avenue de Rafael Viñoly Architects en 2015, que consolidó la tendencia de estructuras delgadas y esbeltas en la zona sur de Central Park. Esta área, conocida como Billionaire’s Row, ha visto al menos diez proyectos de gran altura planificados, transformando el horizonte de la ciudad.

En respuesta a este fenómeno de rascacielos esbeltos, Oikonomou y su equipo proponen «The Big Bend«, un edificio que desafía la altura convencional de los rascacielos al crear un arco habitable de 4.000 pies de largo. Esta estructura imaginaria no solo se eleva verticalmente sino que se curva sobre sí misma, estableciendo dos puntos de contacto con el suelo entre varios edificios existentes.

Una característica innovadora de «The Big Bend» es la utilización del sistema de ascensores MULTI de Thyssen Krupp. Este sistema de última tecnología permite que los ascensores se desplacen de manera independiente tanto vertical como horizontalmente, facilitando la circulación a lo largo del arco de la estructura. Este avance tecnológico es esencial para la viabilidad de un edificio con tales características arquitectónicas únicas.

La visión de oiio para «The Big Bend» no solo representa un desafío técnico, sino también una nueva forma de pensar sobre la expansión urbana en áreas de alta densidad. Al considerar la longitud en lugar de la altura, esta propuesta ofrece una alternativa a la congestión vertical que caracteriza a muchos de los rascacielos contemporáneos.

Si bien la realización de «The Big Bend» aún es incierta, la propuesta de Oikonomou ya ha captado la atención del mundo arquitectónico. Este proyecto no solo resalta la creatividad y la innovación en la arquitectura moderna, sino que también subraya la capacidad de Nueva York para seguir siendo un pionero en la evolución de los paisajes urbanos.

La propuesta de «The Big Bend» es un testimonio de la constante búsqueda de nuevas formas de expresión arquitectónica. Mientras Nueva York sigue adaptándose y creciendo, ideas como esta aseguran que su horizonte siga siendo tan icónico como siempre, desafiando las convenciones y empujando los límites de lo posible.

Por: Analy Velasco, periodista.