La MTA realizará importantes renovaciones en el sistema de comunicación del tren F, afectando a los viajeros del sur de Brooklyn.

Los usuarios del tren F en Brooklyn deben prepararse para interrupciones significativas en su viaje durante este verano. A partir del fin de semana del 5 de julio y hasta principios de septiembre, el servicio del tren F se suspenderá durante ocho fines de semana debido a renovaciones cruciales en su sistema de comunicación, que tiene casi un siglo de antigüedad.

Estos trabajos, anunciados por la Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA), buscan modernizar la línea F, permitiendo que los trenes circulen más rápido y con mayor frecuencia una vez finalizadas las obras. Aunque las mejoras prometen una mayor eficiencia en el futuro, los viajeros de esta parte de Brooklyn tendrán que buscar alternativas temporales para sus desplazamientos.

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El primer cierre del tren F comenzará el viernes 5 de julio y se extenderá hasta el lunes 8 de julio. Tras este primer fin de semana, el servicio funcionará normalmente durante el resto de julio. Sin embargo, a partir del fin de semana del 9 de agosto, el tren F volverá a suspenderse cada fin de semana hasta el 3 de septiembre, exceptuando el fin de semana del 30 de agosto.

Durante estos cierres, los tramos afectados serán aquellos entre Church Avenue y Coney Island. Para mitigar las molestias, la MTA ofrecerá un servicio de transporte gratuito en autobús entre estas dos estaciones. No obstante, los usuarios deben considerar el tráfico y posibles demoras adicionales en comparación con el tiempo de viaje habitual en metro.

Para quienes necesiten llegar a Coney Island desde Manhattan u otras áreas de la ciudad, las líneas D, N y Q estarán disponibles como alternativas viables.

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El tren F, conocido por su poca fiabilidad, se enfrentará a una reputación aún más desfavorable durante estos fines de semana de cierre. Según una encuesta realizada por la MTA, el tren F es una de las líneas con más retrasos en todo el sistema, registrando una puntualidad de apenas el 71%, lo que significa que solo llega a tiempo en dos tercios de sus viajes.

A pesar de los inconvenientes que estos cierres causarán a muchos viajeros, las renovaciones son una medida necesaria para abordar problemas de larga data en la línea F. Las autoridades esperan que, una vez completadas las obras, la línea funcione con mayor eficiencia y fiabilidad, mejorando así su actual reputación negativa.

Por: Analy Velasco, periodista.