La medida del aumento pretende recaudar US$15 mil millones para futuros proyectos de infraestructura y mejoras en el servicio.

La Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) de Nueva York anunció un aumento del 4% en las tarifas del transporte público para las primaveras de 2025 y 2027, con el objetivo de recaudar US$15 mil millones para financiar futuros proyectos de infraestructura y mejoras en el servicio. 

Del mismo modo, Jai Patel, directora financiera de la MTA, aseguró la importancia de estos fondos para mantener y mejorar la infraestructura del vasto sistema de transporte público de la ciudad, que incluye subterráneos, autobuses y trenes regionales. «Estos incrementos tarifarios son necesarios para asegurar que podamos continuar ofreciendo un servicio seguro, eficiente y confiable a todos los neoyorquinos», afirmó Patel.

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¿Qué busca conseguir la MTA con este aumento?

Además de garantizar la estabilidad financiera del sistema, la MTA busca embarcarse en varios eventos cruciales con los ingresos adicionales, como la modernización de estaciones, la renovación de trenes y autobuses, y la implementación de tecnologías avanzadas para mejorar la experiencia del usuario. Entre las iniciativas previstas se encuentran la expansión de rutas de autobuses eléctricos, la instalación de más ascensores y rampas para mejorar la accesibilidad en las estaciones de metro, y la actualización de los sistemas de señalización para reducir los tiempos de espera y aumentar la frecuencia de los trenes.

En consecuencia, este aumento tarifario también responde a la necesidad de contrarrestar los desafíos financieros que ha enfrentado la MTA en los últimos años, exacerbados por la pandemia de COVID-19 que provocó una drástica disminución en el número de pasajeros y, consecuentemente, en los ingresos operativos.

Según Patel, la decisión de distribuir los aumentos en dos fases, en lugar de un solo incremento significativo, refleja el compromiso de la MTA con sus usuarios y su intención de mitigar el impacto económico en los mismos. 

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En definitiva, el anuncio ha generado una variedad de reacciones entre los usuarios y defensores del transporte público. Algunos expresan preocupación por el impacto económico en los pasajeros de bajos ingresos, mientras que otros reconocen la necesidad de mejorar y mantener el sistema de transporte en una ciudad tan dinámica y dependiente de su infraestructura de transporte como Nueva York.

Por: Analy Velasco, periodista.