La tasa de evasión alcanza niveles sin precedentes; se implementarán medidas estrictas para contrarrestar la pérdida de ingresos que afecta la operación del sistema de transporte.

La Administración de Transporte Metropolitano (MTA) de Nueva York anunció que tomará cartas en el asunto ante el preocupante incremento en la evasión de tarifas en los autobuses de la ciudad. Según un reciente informe, aproximadamente el 50% de los pasajeros no paga su pasaje, lo que representa un aumento significativo en comparación con el 21% registrado en 2020. Esta tendencia no solo amenaza la estabilidad financiera del sistema de transporte, sino que también pone en riesgo la calidad del servicio que millones de neoyorquinos utilizan diariamente.

La evasión de tarifas en los autobuses de la MTA experimentó un incremento alarmante desde la pandemia de COVID-19. Durante el año 2020, cuando la ciudad enfrentaba estrictas restricciones de movilidad y un cambio generalizado en los patrones de transporte, solo el 21% de los usuarios optaba por no pagar su pasaje. Sin embargo, a medida que la ciudad comenzaba a reabrirse y la demanda de transporte público se recuperaba, la evasión de tarifas no solo persistió sino que se disparó, alcanzando niveles sin precedentes.

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Este fenómeno generó una serie de problemas para la MTA. En 2022, las pérdidas financieras atribuibles a la evasión de tarifas en los autobuses superaron los US$315 millones, una cifra que subraya la magnitud del problema. Estos fondos, de haber sido recaudados, podrían haberse destinado a mejorar la infraestructura del transporte público, incluyendo la contratación de más operadores de autobuses, la reparación y moderniz

Impacto en la operación del sistema de transporte

El impacto financiero de la evasión significa una parte del presupuesto anual de la MTA, ya que esta proviene de las tarifas pagadas por los usuarios. Esta fuente de ingresos es crucial para mantener la operatividad del sistema, ya que financia no solo el funcionamiento diario de los autobuses, sino también los esfuerzos de modernización y mejora continua.

Según informó la autoridad, con menos ingresos provenientes de tarifas, la MTA se enfrenta a una serie de desafíos. La falta de fondos dificulta la contratación de personal adicional, como operadores y mecánicos, lo que puede llevar a una disminución en la frecuencia y calidad del servicio. Además, la renovación y mantenimiento de la flota de autobuses, una prioridad en la agenda de la MTA para garantizar un transporte seguro y eficiente, se ven comprometidos por la escasez de recursos.

Además, los usuarios que pagan su tarifa regularmente podrían verse afectados indirectamente por la evasión generalizada. A medida que el servicio se deteriora debido a la falta de ingresos, los pasajeros podrían experimentar mayores tiempos de espera, menos rutas disponibles y un deterioro en la calidad general del servicio. 

Medidas para combatir la evasión de tarifas

Las autoridades de la MTA anunciaron una serie de medidas destinadas a combatir la evasión de tarifas en los autobuses. Una de las estrategias clave será el despliegue de inspectores de tarifas en las rutas de autobuses locales de toda la ciudad. Estos inspectores estarán encargados de verificar que los pasajeros hayan pagado su pasaje, y en caso de que no lo hayan hecho, podrán solicitar que abandonen el autobús y, además, emitir una citación.

La implementación de esta medida tiene un doble propósito: por un lado, se busca disuadir a los usuarios de evadir el pago, al aumentar la probabilidad de enfrentar consecuencias inmediatas. Por otro lado, la presencia de inspectores de tarifas también tiene un efecto preventivo, al recordar a los pasajeros la importancia de cumplir con sus obligaciones y contribuir al mantenimiento del sistema de transporte.

La MTA dejó claro que estas acciones no son un simple aumento en la vigilancia, sino parte de un esfuerzo integral para restaurar la confianza en el sistema de transporte y garantizar su sostenibilidad a largo plazo. Además, estas medidas se complementan con otras iniciativas ya en marcha para reducir la evasión en otros modos de transporte operados por la MTA, como el Ferrocarril de Long Island y Metro-North, donde se han intensificado los controles de pago de tarifas. En las estaciones de metro, también se ha incrementado la presencia de guardias de seguridad para frenar la evasión.

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El llamado a los usuarios: cada tarifa cuenta

En sus comunicados, la MTA enfatizó la importancia de que todos los usuarios paguen su tarifa cada vez que utilicen el sistema de transporte público. Este llamado se basa en la necesidad de garantizar que el servicio de autobuses siga siendo una opción viable y confiable para los más de dos millones de neoyorquinos que dependen de él cada día.

La MTA señaló que el pago de la tarifa no es solo una obligación legal, sino también una responsabilidad cívica. Las tarifas recaudadas permiten a la MTA operar de manera eficiente y mejorar continuamente el servicio. Esto incluye no solo la contratación de más personal y la modernización de la flota, sino también la implementación de programas que beneficien a los pasajeros, como el límite de tarifa semanal, que permite a los usuarios obtener los beneficios de una MetroCard ilimitada de 7 días sin pagar por adelantado.

Para aquellos que enfrentan dificultades económicas, la MTA también ofrece una serie de programas de descuento, como el programa de Tarifa Reducida para personas mayores y personas con discapacidades, y el programa Fair Fares, que ofrece tarifas a mitad de precio a los residentes que califican. Además, los estudiantes pueden beneficiarse de la tarjeta OMNY para estudiantes, que les otorga cuatro viajes gratuitos al día.

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Por Analy Velasco, Periodista