La regulación de alquileres a corto plazo en Nueva York ha generado polémica, afectando tanto a pequeños anfitriones como a la economía local. Airbnb aboga por una reforma que permita equilibrar las demandas de vivienda asequible y el turismo.

La entrada en vigor de la Ley Local 18 (LL18) sobre alquileres a corto plazo ha transformado por completo el panorama de plataformas como Airbnb en la ciudad de Nueva York. Desde la aplicación de esta ley en septiembre de 2023, miles de anuncios han desaparecido, provocando una caída del 83% en las ofertas de alquiler en plataformas de corta estancia. Según datos de AirDNA, los anuncios pasaron de 21.900 en julio de 2023 a tan solo 3.700 un año después.

Esta drástica reducción ha llevado a Airbnb a pedir públicamente una revisión de la normativa, argumentando que la ley, diseñada para combatir la crisis de la vivienda y aumentar la disponibilidad de alojamientos a largo plazo, no ha logrado sus objetivos. En un artículo publicado en su blog, la empresa subrayó que las medidas restrictivas han provocado el efecto contrario: los precios de los hoteles se han disparado, los alquileres han seguido aumentando y las comunidades locales han sufrido una caída significativa en los ingresos derivados del turismo.

Una ley restrictiva que impacta al turismo y a los pequeños anfitriones

La Ley Local 18 impone estrictos requisitos para los anfitriones de alquileres a corto plazo. Estos deben residir en el lugar mientras el inmueble se alquila, y solo se permite la estancia de dos huéspedes a la vez. Además, los anfitriones deben registrarse en la Oficina de Cumplimiento Especial del Alcalde (OSE), y cualquier transacción que no esté verificada no puede procesarse a través de plataformas como Airbnb, VRBO y Booking.com.

La aplicación de esta normativa no ha estado exenta de problemas. Hasta el 1 de septiembre de 2023, solo el 25% de las 3.250 solicitudes de registro habían sido aprobadas por la ciudad. Esto ha dejado a muchos anfitriones sin poder utilizar sus propiedades para alquileres a corto plazo, afectando de manera especial a los distritos exteriores como Brooklyn y Queens, que antes representaban un 50% del mercado total de alquileres de Airbnb en Nueva York.

Según Randy Peers, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Brooklyn, la LL18 ha tenido un impacto económico devastador en estos barrios, que solían beneficiarse de la afluencia de turistas que buscaban una alternativa más asequible a los hoteles de Manhattan. “El colapso del turismo en áreas como Brooklyn está perjudicando gravemente a las pequeñas empresas que dependen de los ingresos de los visitantes”, aseguró Peers.

El auge de los hoteles y la escasez de opciones para turistas

Mientras que los pequeños anfitriones enfrentan dificultades, los hoteles de Nueva York han visto un aumento en sus ingresos. Según datos de CoStar, los hoteles registraron un incremento del 10,1% en sus ingresos por habitación disponible (RevPAR) en el primer semestre de 2024. Jan Freitag, analista de la industria hotelera de CoStar, destacó que este auge se debe en gran parte a la disminución de los alquileres a corto plazo y a la alta demanda de alojamiento, lo que ha permitido a los hoteles elevar sus precios a niveles históricos.

Sin embargo, esta bonanza hotelera ha sido principalmente en Manhattan. Los distritos exteriores, que no cuentan con la misma infraestructura hotelera, han visto cómo la eliminación de los anuncios de Airbnb ha reducido drásticamente las opciones de alojamiento para los turistas.

Airbnb pide reformas y un enfoque equilibrado

Theo Yedinsky, vicepresidente de Políticas Públicas de Airbnb, ha pedido una reevaluación urgente de la Ley Local 18. «Es necesario que la ciudad permita a los propietarios volver a recibir huéspedes para aumentar la oferta de alojamientos y revitalizar las economías locales», afirmó Yedinsky. A su juicio, la LL18 ha trasladado la actividad del alquiler a corto plazo al mercado negro, lo que afecta tanto a los consumidores como a los anfitriones que operan dentro del marco legal.

Por su parte, Manuel Lebrón, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Domínico-Americana, criticó la ley por “favorecer a las grandes corporaciones y castigar a los pequeños anfitriones y a las familias de clase media que dependen de estos ingresos”.

El futuro incierto del mercado de alquileres a corto plazo en Nueva York

A pesar de la controversia, la Ley Local 18 sigue vigente, y Airbnb continúa su lucha por lograr cambios. Los defensores de la normativa, como el exconcejal Ben Kallos, aseguran que ha ayudado a reducir la proliferación de alquileres ilegales, aunque reconocen que podría requerir ajustes. «Si bien la disminución de anuncios es una señal positiva, el proceso de registro ha sido más lento de lo esperado», señaló Kallos.

El debate sobre los alquileres a corto plazo en Nueva York sigue abierto, y aunque no hay una solución clara a la vista, la presión para reformar la LL18 sigue creciendo. Mientras tanto, los pequeños anfitriones, los turistas y las comunidades locales siguen enfrentándose a las consecuencias de una regulación que ha cambiado el paisaje del mercado de alquileres a corto plazo en la Gran Manzana.

Por: Analy Velasco, periodista.

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