La MTA aprueba la adquisición de 435 vagones, incluidos 80 con pasillos abiertos, en un esfuerzo por modernizar su flota y mejorar la experiencia de los viajeros.
El Metro de Nueva York es un punto de entrada en una nueva era de modernidad y comodidad. La Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA) aprobó un contrato para la adquisición de 435 nuevos vagones, incluidos 80 del tipo «pasillo abierto», diseñado para eliminar las barreras entre los vagones y facilitar el tránsito interno de los pasajeros. Esta medida busca mejorar significativamente la eficiencia del sistema y la calidad del servicio para millones de usuarios diarios.
“Los vagones antiguos no solo son menos confiables, sino que limitan la capacidad de los pasajeros para moverse con libertad, especialmente en horas pico”, señaló Janno Lieber, presidente de la MTA. Los nuevos vagones incluirán, además, puertas más anchas, iluminación LED y cámaras de seguridad para garantizar un viaje más seguro y cómodo.
Adiós a los vagones antiguos
La aprobación de este pedido marca un paso decisivo hacia el reemplazo de los vagones de generaciones pasadas, como los modelos R46 y R68, algunos de los cuales han estado en servicio desde la década de 1980. Estos modelos han demostrado ser significativamente menos confiables, con una distancia media entre fallas de solo 46.000 millas, en comparación con las 220.000 millas que prometen los nuevos vagones R211.
“El reemplazo de estos vagones no es simplemente un cambio estético; es una inversión en la confiabilidad y el futuro del sistema de transporte público de Nueva York”, explicó Tim Mulligan, jefe de material rodante de la MTA.
Los R211 incorporarán tecnologías avanzadas como el sistema CBTC (Control de Trenes Basado en Comunicaciones), que permitirá operar trenes con mayor frecuencia y optimizar el flujo de pasajeros.
Vagones de pasillo abierto
Una de las características más innovadoras de esta nueva adquisición es la inclusión de 80 vagones de pasillo abierto, un diseño que elimina las divisiones entre los vagones, permitiendo a los pasajeros moverse libremente durante el viaje. Según la MTA, esta configuración aumenta la capacidad en un 8% y ofrece una mejor distribución de los pasajeros, reduciendo la congestión en áreas específicas.
“Estos vagones transforman la experiencia del pasajero al ofrecer un diseño más intuitivo y eficiente”, afirmó Demetrius Crichlow, vicepresidente de NYC Transit. Además, a partir del próximo año, dos trenes con esta configuración comenzarán a operar en la línea «G», consolidando este diseño como una opción clave para el futuro del Metro.
Seguridad y comodidad
Los vagones R211 están diseñados con la seguridad y accesibilidad como prioridades fundamentales. Equipados con cámaras en cada vagón, asientos más cómodos y accesibles, señalización mejorada y puertas de 58 pulgadas de ancho (8 pulgadas más que las puertas actuales), prometen una experiencia superior para los pasajeros.
“La inclusión de cámaras no solo mejora la seguridad, sino que refuerza la confianza de los usuarios en el sistema”, afirmó Crichlow. Estas mejoras también cumplen con los estándares de sostenibilidad, gracias a su eficiencia energética y diseño moderno.
Inversión estratégica
La MTA continúa invirtiendo en la renovación de su flota para satisfacer las demandas de la creciente población de la ciudad. El contrato de US$1.27 mil millones con Kawasaki Rail Car Inc. asegura la producción y entrega de estos vagones de última generación a partir de 2027, con la intención de modernizar completamente el sistema en las próximas décadas.
“El Metro de Nueva York es la columna vertebral de nuestra ciudad. Estas inversiones nos acercan al objetivo de un transporte público más confiable y accesible para todos”, afirmó Lieber.
Esta modernización no solo mejorará la experiencia de los pasajeros, sino que también impulsará la economía local mediante la creación de miles de empleos relacionados con la fabricación, instalación y mantenimiento de los nuevos vagones.
Conoce aquí el plan completo de la MTA
Por Analy Velasco, periodista.
