La nueva Ley que obliga a edificios a usar contenedores de basura como parte del saneamiento urbano de Nueva York busca combatir las montañas de residuos en la ciudad y reducir la presencia de ratas en las calles.
La ciudad de Nueva York implementó la Ley que obliga a edificios a usar contenedores de basura, específicamente a edificios residenciales pequeños, aquellos de una a nueve unidades, a emplear contenedores para depositar la basura. Con esta normativa, la administración del alcalde Eric Adams busca transformar la gestión de residuos en la ciudad, mejorar la limpieza en las calles y combatir la proliferación de ratas, un problema histórico de la Gran Manzana.
Esta disposición se enmarca en el plan “Trash Revolution” o “revolución de la basura”, y representa un paso importante en la estrategia para eliminar las pilas de basura en las aceras y mejorar la calidad de vida de los neoyorquinos.
Una normativa para combatir la acumulación de basura y los roedores
El Departamento de Edificios de Nueva York informó que el 88 % de los edificios en la ciudad están compuestos por nueve unidades habitacionales o menos, lo que convierte a esta medida en una de las más significativas en décadas en cuanto a saneamiento urbano. Los edificios pequeños deberán emplear contenedores de basura de hasta 55 galones (unos 208 litros) con tapa y pestillo. Con estos cambios, se busca evitar que las ratas ingresen a los residuos domésticos y contribuyan a la propagación de enfermedades.
En caso de no cumplir con esta nueva normativa, los propietarios recibirán advertencias por parte del Departamento de Saneamiento hasta el 2 de enero de 2024. Después de esta fecha, quienes no utilicen los contenedores adecuados se enfrentan a sanciones que oscilan entre 50 y 200 dólares.
Contenedores oficiales y plazos para el cumplimiento
Para facilitar la implementación de esta normativa, Nueva York ha puesto a disposición de los propietarios contenedores oficiales que cumplen con los requisitos establecidos. Estos están disponibles en dos tamaños y se pueden adquirir por 50 dólares cada uno. Hasta el momento, más de 400.000 contenedores han sido comprados, y las autoridades esperan que el número continúe en aumento.
Además, la nueva ley establece que, a partir de junio de 2026, los edificios deberán emplear exclusivamente los contenedores oficiales de la ciudad. Este cambio permitirá una recolección más rápida y eficiente, especialmente con la futura implementación de camiones de basura de carga trasera, que agilizarán la limpieza urbana y reducirán los riesgos de lesiones laborales entre los trabajadores de saneamiento.
Plan de expansión para edificios
Para abordar el problema de la basura de manera integral, la administración de Adams ha anunciado también que, a partir de junio de 2025, se instalarán contenedores fijos en la vía pública, conocidos como «Empire Bins», en edificios con más de 10 unidades residenciales. Este proyecto comenzará en Manhattan, que será el primer distrito en adoptar la contenedorización completa, una estrategia que sigue el modelo de ciudades europeas como Barcelona, donde el manejo de residuos urbanos es reconocido por su eficiencia y la colaboración ciudadana.
Un plan integral de saneamiento que incluye comercios y restaurantes
Esta nueva política para edificios pequeños se suma a otras recientes implementadas en Nueva York. Desde marzo, todos los negocios comerciales y propiedades comerciales deben depositar su basura en contenedores adecuados. Además, en agosto de 2023, la normativa fue extendida a restaurantes, tiendas de conveniencia y bares, que ahora deben emplear cubos de basura con tapa segura y resistente.
Eric Adams ha destacado que esta normativa forma parte de una “revolución de la basura” en la ciudad, un proyecto que tiene como meta reducir el volumen de residuos acumulados en las calles y limitar los problemas de saneamiento en los vecindarios. Según Adams, en poco más de un año, Nueva York dejará de ver montañas de basura en las calles y, en cambio, el 70 % de los desechos estarán almacenados en contenedores seguros y a prueba de roedores. El alcalde, conocido por su lucha contra las ratas, ha expresado su admiración por ciudades europeas que han logrado implementar sistemas de residuos altamente eficientes.
Meta a largo plazo: una Nueva York más limpia y segura
Este ambicioso proyecto no solo busca reducir la acumulación de basura y la presencia de ratas, sino también lograr una ciudad más limpia y segura para sus habitantes. Con una población diversa y densa, Nueva York enfrenta un reto único en el ámbito del saneamiento, y la implementación de esta normativa constituye un avance importante en el esfuerzo por transformar la experiencia diaria en las calles de la ciudad.
Con el paso del tiempo, la administración de Adams espera que los contenedores se conviertan en una norma cultural de los neoyorquinos y que este cambio de hábitos transforme la ciudad en un lugar más ordenado y saludable.
Por: Analy Velasco, periodista.
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