La declaración de quiebra pone en jaque su división de cruceros de lujo, mientras aseguran que el servicio de NYC Ferry no se verá afectado. La reestructuración empresarial busca aliviar una deuda de US$1.200 millones.

Hornblower Group, el operador de ferry con sede en San Francisco, anunció su declaración de quiebra tras no poder hacer frente a una deuda que asciende a aproximadamente US$1.200 millones. La firma de capital privado Strategic Value Partners acordó adquirir la empresa en un canje de deuda por acciones como parte de una reestructuración más amplia, según informó The Wall Street Journal.

La quiebra de Hornblower Group pone en relieve sus desafíos financieros, especialmente en su división de cruceros de lujo, American Queen Voyages, la cual sufrió considerablemente debido a los efectos de la pandemia. Representantes de la compañía señalaron que esta división, compuesta principalmente por antiguos barcos fluviales con ruedas de paletas, ha sido el «talón de Aquiles» que no logró recuperarse de la crisis sanitaria, según fuentes de Law360.

Aunque la reestructuración empresarial está en curso, el CEO de Hornblower, Kevin Rabbitt, aseguró que el servicio de ferry de la ciudad de Nueva York no se verá afectado. Rabbitt enfatizó que la reorganización permitirá a Hornblower eliminar la deuda no relacionada con el sistema de ferry mientras continúa experimentando un «crecimiento récord en los cinco condados».

El servicio de ferry de la ciudad de Nueva York, operado por Hornblower, ha sido descrito como un punto brillante en la cartera de la empresa. A pesar de los desafíos financieros, Hornblower renovó recientemente su contrato con la Corporación de Desarrollo Económico de la ciudad por un valor de US$405 millones durante los próximos cinco años, con posibles extensiones de tres años. Este contrato se firmó a pesar de las preocupaciones planteadas en una auditoría previa por el contralor Brad Lander sobre los subsidios otorgados por los contribuyentes para los viajes en ferry.

La historia de Hornblower en Nueva York ha estado marcada por la controversia desde sus inicios. La compañía ganó el contrato de NYC Ferry en 2016 en medio de ciertas críticas y cuestionamientos sobre el financiamiento de la flota de barcos. Sin embargo, la empresa ha mantenido su posición en el mercado, expandiendo su presencia en las vías fluviales de todo el país.

La aprobación final de la reestructuración empresarial está pendiente de la decisión del tribunal federal de quiebras de Houston. En caso de ser aprobada, se espera que NYC Ferry adquiera aún más relevancia para la empresa, ya que se escindirá su división australiana y se vendería American Queen Voyages.

Por: Analy Velasco, periodista.